Mío, eres mío como la piel que llevo
pegada al hueso.
Mío te he forjado
palmo a palmo
dando vuelta al ocaso
de la vida que tenías.
Mío en cada húmeda mañana
que te he hecho mío,
bebiendo de tu boca
toda la maravilla
que estaba escondida.
Mío, en la humedad
de tu cuerpo
cuando sudas al entregarme
tu elixir que enciende
el fuego que llevas
prendido a tu vientre
en esa felicidad
que solo yo comprende.
Mío como gotas de rocío
en la mañana de abril
vistiendo de auroras mi jardín.
Suyai Chile 2012
Mío te he forjado
palmo a palmo
dando vuelta al ocaso
de la vida que tenías.
Mío en cada húmeda mañana
que te he hecho mío,
bebiendo de tu boca
toda la maravilla
que estaba escondida.
Mío, en la humedad
de tu cuerpo
cuando sudas al entregarme
tu elixir que enciende
el fuego que llevas
prendido a tu vientre
en esa felicidad
que solo yo comprende.
Mío como gotas de rocío
en la mañana de abril
vistiendo de auroras mi jardín.
Suyai Chile 2012
Suyai Chile 2012
Precioso...hermoso....gracias por compartir tu DON...
ResponderEliminarConfucio, gracias por darme tu comentario, abrazo.
EliminarMuy bello poema Edith, con un voltage, altamente, y delicadamente erótico... ¡Felicitaciones!
ResponderEliminarTe dejo un abrazo.
Juan.
Juan Carlos, es grato contar contigo siempre
Eliminary leer tu comentario, agradecida.
Edith